domingo, 1 de febrero de 2015

Los cuentos que nos contaron

Cuántas veces hemos escuchado frases como: "Haría cualquier cosa por ti", "Sin ti nada importa” o “Muero por tu amor”… El cine, la música y la poesía han instalado en nuestras mentes, sin querer, la idea de que el amor intenso está ligado al sufrimiento, de que estar sin pareja o terminar con la que tenemos supone un dolor espantoso e insoportable. Sin embargo, el amor tiene poco que ver con esto; y la dependencia, en cambio, mucho. Cuando una persona pone por delante de sí misma el supuesto bienestar de otra persona, incluso a costa de dejar de respetarse a sí misma, o de autoexplotarse, es posible que esté enganchada a ella. 

Decimos que ha desarrollado una dependencia afectiva porque, a pesar de que esa relación le hace daño, continúa en ella y no es capaz de dejarla. Sólo imaginarlo le provoca ansiedad y tristeza. La adicción al amor, o a las relaciones, es una de las más difíciles de detectar, ya que a menudo se confunde con la pasión, la entrega o incluso el amor. Los cuentos que nos contaron de niñas, en las que la mujer tenía que estar bella, disponible y sumisa ante el hombre al que amaba, parecen de otra generación pero, si somos totalmente sinceros, nos daremos cuenta de que esas creencias caducas llegan todavía hasta nuestros días. Esas creencias infantiles siguen colocándonos en relaciones tóxicas y difíciles; siguen alejándonos del amor y el respeto a nosotras mismas y acercándonos a la dependencia afectiva. 

¿Qué estás dispuesta a hacer para lograr en tu vida, de una vez por todas, el AMOR con mayúsculas?

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