lunes, 9 de febrero de 2015

Libérate, vuela... ¡puedes hacerlo!

Obsesionarse por una persona o una relación, y querer seguir en ella aunque estemos sufriendo, es síntoma de adicción. Las razones por las que nos quedamos atrapados, inmovilizados como un árbol plantado en el suelo, suelen estar relacionadas con una baja autoestima y una necesidad insatisfecha de afecto (a veces en la infancia). 

Suele darse porque nos sentimos tan hambrientos de amor que nos aferramos a esa pareja como si fuera nuestra tabla de salvación. La necesidad de estar con alguien pasa a ser desmesurada, insaciable, tanto que distorsiona nuestro sentido de la realidad. 

La adicción al amor es sufrimiento porque impide que una relación se desarrolle de forma saludable entre dos personas. Está basada en la necesidad y en el miedo, en lugar de basarse en el amor.




Si uno es adicto al amor, ¿nunca podrá tener una relación que funcione? ¡No! En realidad, es posible que la vida amorosa tenga un final feliz, siempre que la persona esté dispuesta a hacer un cambio de creencias y a fortalecer su autoestima. Actualmente son muchas las personas que recurren a pedir ayuda profesional para conseguir terminar una relación insatisfactoria o establecer una relación que funcione de verdad. La premisa es clara: nadie va a hacerte feliz si no eres capaz de hacerte feliz a ti mismo. No vas a encontrar la plenitud en nadie si primero no la encuentras en tu interior. Pero, ¿cómo?


Te invitamos a participar en este taller si lo que quieres es aprender a tener una relación amorosa que funcione, empezando por ti mismo. Puedes llamar ahora al 675 741213 y te informamos sin compromiso. Permítete atreverte a cambiar.

No hay comentarios:

Publicar un comentario